La operación se convierte en la primera de este tipo que el gobierno chino lleva adelante en un país fuera de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (Asean). La iniciativa permite disminuir los riesgos que presenta la volatilidad de la divisa estadounidense en el actual contexto de crisis global. Además, de generalizarse su uso como medio de pago para el comercio exterior, los organismos monetarios podrían contabilizar los yuanes como reservas.
El acuerdo fue presentado por el gobierno chino durante el desarrollo de la Cumbre Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Medellín, Colombia. La iniciativa colaborará en lo local con la defensa de las reservas, en momentos en que se agudiza la fuga de dólares. Las autoridades del Central insisten en que es “un modo de garantizar el acceso a moneda internacional en caso de eventual iliquidez”, se subraya en un comunicado distribuido por la entidad.
El “swap” es una operación de canje mediante la cual cada parte accede a la divisa de la otra, entregando a cambio una suma equivalente en su propia moneda. El período efectivo del acuerdo será de tres años, pero podrá extenderse. “Es una señal positiva; servirá para pagar importaciones y liberar el uso de dólares, con lo que se quita presión a las reservas internacionales”, explicó a Página/12 el investigador titular del Cedes Roberto Frenkel.
No es la primera vez que el Banco Popular de China otorga una línea de crédito de este tipo en el mundo, pero sí fuera de los países emergentes de la región asiática. En octubre último, Brasil y México recibieron facilidades de parte del Tesoro de los Estados Unidos, para retenerlos dentro del área dólar en pleno recrudecimiento de la crisis internacional.
El convenio fue firmado por el titular del Central, Martín Redrado, y su par chino, Zhou Xiaochuan. “Hemos firmado un memorando. Ambos lados necesitan aún trabajar en los procedimientos locales para finalizarlo”, dijo Xiaochuan. El gobernador del organismo asiático aseguró que “el acuerdo servirá para estabilizar el sistema monetario regional, proteger contra riesgos financieros y limitar la extensión de la crisis en este momento clave”.
Por su parte, el comunicado del Banco Central argentino advierte que se trata de un acuerdo contingente en que “las transacciones se efectúan realmente sólo cuando sea necesario y adecuado”. “Ninguna parte paga un costo mientras la liquidez no se utilizada”, alerta el documento. Señalan también que, en la práctica, el acuerdo reforzará la posición financiera del país.
Los especialistas consultados por este diario descartaron que exista una correlación con la salud financiera doméstica en el corto plazo, aunque reconocen algún tipo de impacto sobre las reservas. “Si tenemos superávit con China lo vamos a recibir en pesos. Es el costo-beneficio de contar con un sistema estable y evitar las fluctuaciones del dólar”, dijo Frenkel. Sin embargo, actualmente ese efecto colateral juega en favor de la Argentina. El intercambio comercial con el bloque asiático, segundo en importancia para el país, cerró el primer bimestre del año con un saldo negativo de 118 millones de dólares, según cifras publicadas por el Indec.
De todos modos, la apuesta es hacia adelante. La presencia de un flujo de fondos chino no parece “inocente”, mientras Estados Unidos otorga liquidez a Brasil. Pero la pregunta que sobrevuela es ¿qué posibilidad existe de usar yuanes para pagar a terceros? “Precisamente, el uso de la divisa como medio de pago internacional, sin ninguna restricción, permitiría que sea contabilizada como reserva internacional”, explicó Frenkel. En esto, las autoridades del Central confían. “Todo indica que el yuan es una de las divisas que están comenzando a gravitar con fuerza y que gozará de creciente liquidez en los mercados monetarios internacionales”, pronostica el comunicado del organismo.