Revista Derechos Culturales

Es habitual en los países de la Región Latinoamericana que intereses corporativos intenten modificar o introducir leyes que favorezcan las ganancias de los monopolios basados en derechos de propiedad intelectual.

En general la estrategia utilizada es explotar el derecho de justa retribución a los autores de obras musicales para defender los multimillonarios ingresos de las disqueras de Estados Unidos. Para ello intentan utilizar la imagen o el egoísmo de algún reconocido cantante popular, muchas veces confundido en materia de derechos autorales, para ejercer presión sobre los parlamentarios que deberán aprobar la normativa a introducir en la legislación.

De acuerdo al denominado «Observatorio de la OMPI», el oficialista senador del partido Frente para la Victoria de Buenos Aires, Daniel Filmus, está preparando un proyecto de Ley que permita instaurar en Argentina un sistema de remuneración compensatoria por copia privada más conocido como «cánon digital».

Para ello, sostuvo una reunión con representantes de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAI), la sociedad Argentina de Actores Intérpretes (SAGAI), la Sociedad General de Autores de la Argentina (ARGENTORES), la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI) y los representantes de la industria argentina de la música (CAPIF), con el fin de elaborar un proyecto de Ley, en el que todos estén de acuerdo, y que ofrezca una remuneración compensatoria efectiva.

A la reunión asistieron, entre otros, los conocidos ( y confundidos) músicos argentinos Atilio Sampone y León Gieco (CAPIF), los actores Jorge Marrale y Pepe Soriano, y los autores Salvador Valverde Calvo, Damián Gutiérrez y Tito Cossa.

De acuerdo a la información, allí se resolvió que el proyecto de ley será presentado en marzo de 2009.

El actor Jorge Marrale se mostró muy satisfecho «por la recepción sensible de parte de Filmus» y por la participación en la reunión de todas las entidades de productores y artistas unidas en pos de algo que “es central para nosotros».

«Lo que prima sobre cualquier número es el derecho de propiedad intelectual» agregó sorpresivamente el actor Marrale y explicó repitiendo el discurso de las empresas norteamericanas, que es «dramático lo que sucede hoy en día con la tecnología porque esta posibilita un hueco por donde se va el derecho de propiedad del artista».

«Más allá de lo que se consiga, es importante destacar que a partir de este encuentro comienza un debate cultural: qué hacemos los artistas, productores, músicos y editores como agentes culturales, porque si no avanzamos en la búsqueda de una solución, la tecnología se nos viene encima», concluyó el actor.

Argentina es uno de los países más afectados por el poderoso lobby de la industria del copyright .